En el piélago inmenso, acaso un punto
un punto soy, inmergido latente.
Confundido en lo azul, casi existente,
un rasgo imperceptible del conjunto.
En el profundo mar la brizna sola
casi vapor,que queda suspendida
acaso soy, cuando la gota herida
se vuelve trizas al romper la ola.
Y en el concierto de mi vida ilusa
tan solo soy acorde dolorido,
el calderón de un tono suspendido
o un silencio fugaz de semifusa.
Poema
I. Dávila López |