Tus Pupilas
Por saciar una sed abrazadora,
que llevo dentro de mi ser prendida,
quise auscultar tu alma soñadora,
desde el brocal sutil de tus pupilas.
Y al asomarme a tu mirar con prisa
de saciar a mi modo mis antojos,
resbalé en el teclado de tu risa,
y me hundí en el teclado de tus ojos.
I. Dávila López |