Manto de Luz
Amor, tu me cubriste con un manto
hecho de luz. Te lleva en cada nota
el viento y el torrente que alborota
y la lengua de fuego de mi llanto.
¿Egoísta? Quizás. No sabes cuánto
se aferra en mi sentir tu voz que azota,
esa luz que filtrando gota a gota
es el alma mismísima del canto.
No existe soledad en tu recinto.
Todo se llena de un temblor que sube
por la llama de un cántico distinto.
Es que tú, buen amor, pródigo algibe,
a la sed transparente que ayer tuve
le diste el agua...y con ella vive.
I. Dávila López
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